Algunos ya sabéis que estoy realizando un cursillo de monitora de medioambiente (para los incautos), no es el primer cursillo gratuito que hago a través del Inem (S.O.C o O.T.G. por estos lares), y NUNCA, he vivido la experiencia de esta tarde.
Los que me conocen en persona, saben que soy una persona muy fría y que me encierro mucho si no encuentro tema, o siempre están los dos que no paran de hablar (cosa que odio, ya que todos tenemos derecho a hablar y ser escuchado …), que incluso me alejo o pongo «barreras» para no mostrar ese afecto o sociabilidad que tantas personas tienen (tampoco soy un monstruo, los que me conocen saben que soy bastante tratable XDDD).
Pues bien en el cursillo las mesas hay de dos, tres ó cuatro asientos, y yo desde el primer día me siento en el mismo que es una mesa para dos. Y en un principio me senté para que no tuviera a nadie más y delante de todo para «aislarme» (no me fio de la gente, es la desconfianza que siempre he tenido, sorry), pero recapacité al ver el volumen de la gente y dejé el asiento contiguo libre y con ello se sentó un hombre de cuarenta y pico tirando ya los cincuenta.
Comentar que era un hombre normal, serio pero cordial y con sus oportunas respuestas que a veces amenizaba la clase con el profesor. Pero … esta tarde, ya me ha extrañado que no viniera a primera hora, y resulta que habiendo asiento libre a mi lado, se ha sentado un hombre inmigrante (que nadie se haga ilusiones, no soy ninguna belleza y más con mi cara de zombie de dormir poquísimo la anterior noche, por problemas de salud).
Comentar que en el cursillo, quien los conozca, hay a partir de los 25 para adelante, y esta clase, hay distintas mujeres y hombres con distintas edades, y más o menos nos llevamos bien entre sí.
Pues bien a las cinco y pico de la tarde, se presenta mi «compañero» de mesa, pica a la puerta y mi mesa está a dos palmos de dicha entrada, y me viene olor a alcohol … y claro se ve con la bragueta abierta y yo ya: bufff. Le dice a mi y su compañero de clase: oye tú no te sentabas en la otra punta? (y la verdad es que así era, pero los asientos no tienen dueños ni como las mesas tampoco), cosa que le llaman desde recepción y se va cerrando la puerta. No pasan ni cinco minutos que vuelve a entrar (yo ya pensando: aquí se va a liar una …) y le dice que se largue en plan amenazante, por que ese sitio es suyo y ya queriendole pegar (sí hijos míos, triste pero cierto): vete a tu pueblo!!!!. Y claro, ha venido el profesorado y lo han sacado por que sino se lian a puñetazos …
Todos en general flipando, y bueno viene el responsable comentando que vayamos a otro bar lejano a tomar algo, por que se ha ido con un profesor para arriba y que mejor no cruzarnos. Pues nada, llega el descanso, damos casi la vuelta a la manzana estamos tomando algo y ahí se presenta … (mientras mis compañeras metiendose conmigo en plan cachondeo de que lo tengo prendado y no sé qué y no sé cuantos … seguro ¬¬).
Nos largamos y picamos al portal para que nos abran, miran por la mirilla (cosa que no hacían, por que a la recepcionista la había agredido), nos abren y nada, estamos en clase todos, y empiezan a picar el timbre y yo ya temiendo lo peor, pues resulta que es él otra vez chillando y queriendo entrar a la clase, cosa que va rauda la profesora y cierra la puerta, y la gente se levanta y yo: qué hacéis???, llamad YA a los mossos (es la poli autonómica de aquí), y la profesora: tienes razón y nada, se ve que ha salido ella a ver cómo se solucionaba y nada, se lo han llevado. Y todo por que quería partirle la cara a mi compañero de turno … FLIPANDO!!!.
Al final pues nada, lo han expulsado del cursillo (y supongo que alguna denuncia le caerá), mañana y pasado mañana nos vamos a otro centro por si sigue en sus trece (aunque está en la misma manzana) y yo mañana a la hora del descanso no me quedo por ahí, me doy una vuelta o algo … Sólo pretendo un poco de tranquilidad y conocimiento y pasa esto. En fin, si hubiera algo, ya os contaré.