Ayer me enteré de una noticia sobre un pequeño pueblo llamado Terzigno, en el que están de manifestación por el tema de basuras.

El problema que tiene este pequeño pueblo a 20 km de Nápoles, es que no quieren un segundo vertedero por que el primero está colapsado y la gente teme que finalmente paguen los más indefesos: los niños y los ancianos. Y por qué?, sencillamente por que somos lo que comemos y respiramos.
Si ya el tema de dioxinas es desconocido por mucha gente, también se ha de tener en cuenta que a la larga todo nos vuelve, sea de una forma indirecta o directa. Pero claro, mejor mantener a la población ignorante y vivir lo que queda, que el dinero mejor gastarlo ahora que no mañana. Aunque como en todo hay excepciones y parece que de vez en cuando hay alguna mano intentando dar un golpe en la mesa.
Y ya no sólo es el tema de la basura, sino de los productos con los que nos relacionamos. Si gran parte de ellos proviene del petroleo y derivados (champus, geles, jabones, comida, ropa, pinturas, etc, etc), eso por desgracia, se queda instalado en nuestro cuerpo durante un tiempo, haciendo que seamos un pequeño contenedor que puede traspasar a nuestros bebés si se diera el caso.

bello paísaje, verdad?
Es por eso que es admirable ver gente mayor (ancianos), intenten tirar una botella de cristal en el contenedor verde, cuando ellos ya han vivido casi todo e intentan hacer una cosa que tan sólo es un pequeño esfuerzo. Pero esto sería un misero grano de arena de la montaña que hay, porque aquí entraría el tema del capitalismo, ese gran monstruo que tan sólo es comprar y destrozar tu entorno (sea lo que sea).
Asi que el problema de basuras, no es hacer otro vertedero, sino saber tratar lo que ya no queremos para no recibir el daño el día de mañana.
Puede que todos los días sean iguales, pero hay que saber buscar las diferencias, no sólo actuales, sino venideras para cuando ya no estemos dando por culo por aquí.