Hago la misma entrada en este blog y en el otro que tengo. Y es que esta semana pasada he estado ayudando a una de las nietas del vecino, que vienen varias veces al año (y que también participa en los concursos :D) y le he enseñado a hacer un par de cosas porque compartimos una afición que tiene que no es otra que la papiroflexía o ciertos origamis.
Siempre busco cosas nuevas que hacer, si uno se pone creo que no hay fronteras para el conocimiento y yo con esto, por muy perdida de tiempo que le parezcan a muchos, a mí me encanta y hace que mi cerebro piense en miles de cosas o combinaciones.
Es por eso, que agradezco estas palabras:
“Para Olga:
De todos estos años que me he metido en la papiroflexia más bien llamado “origami”, he ido haciendo cosas sin comprender. Pero desde que te conocí ya he visto a alguien luchadora donde su afición es divertirse doblando papeles y dándole forma. Gracias a tí, yo también me dedico ahora en esto y me encanta. Se ha convertido en un hobby y espero que siga así. Gracias por todo y por lo que me has enseñado.
Gracias, Olga”
A mí estas cosas, me emocionan, me encogen el corazón y afloran lagrimillas de felicidad. Tendríamos (donde me incluyo también), a ser más respetuosos, a no herir, a no agreder, a no cortar las alas y muchos menos a no dejar de soñar. Porque los hechos son hechos, y yo por desgracia, guardo muchos botes que contienen veneno, algunos ya no están, otros son como residuos nucleares (que en esta vida y en otra, son imperdonables).
¿Qué puedo decir?, esta carta vale mucho más que las grandes fortunas de muchos ricachuelos …
Ramos de rosas de papel, para tod@s … si tuviera los millones, de lo contenta que estoy.