Alguien puede pensar que una costumbre puede ser una rutina, alguna divertida, otras pesadas, pero es algo innato en nosotros. Quiero pensar que todos somos de costumbres y que cada una de ellas, es importante para el que las «comete». Sin tener que reirse o burlarse, incluso insultar por ello.
Hace muchos años, una de mis múltiples costumbres, era escribir cartas a varias personas de por aquí y por diferentes puntos de España. También escribía alguna a revistas del mundillo (videojuegos o manga/anime). Y puedo decir casi con una mano en el corazón que he encontrado y sigo manteniendo personas únicas que me han demostrado que a pesar de mi humor, a veces muy reprochable, siguen estando ahí (y que al fin y al cabo, todos somos humanos, y cometemos fallos). Y no hace falta verlas siempre o estar pendientes día sí y día también. Si lo digo es porque un personaje, se me rio en la cara por escribir cartas.

Hubo una temporada que estuve enviando estos pececillos de varios colores (el verde, como véis en la foto, rojo, negro, lila, amarillo y azul, tengo que pasar por la tienda, a ver si aún existe, hace años que no paso). No es que fueran muy caros, pero era una muestra de mi cariño y amistad por gente que se molestaba en escribirme y saber de mí. Muchos pensarán que ahora por internet es otra manera, cosa que no niego, porque también he descubierto personas únicas, pero como en todo hay un pero, he encontrado personajes que no merecen ni un segundo de mi tiempo, llamandome cosas que … en fin.
No soy una belleza, no soy lo mejor que ha parido este mundo, cometo fallos, etc., pero quien piensa en mí o me aprecia POR LO QUE SOY, o las cosas que estoy haciendo con los origamis, merece estar en un altar. Y quiero con esta entrada, dedicarla a esa costumbre que tengo en pensar en la gente que quiero y aprecio, porque sois el mejor tesoro que se pueda tener en este universo, habiendo para muchos, mejores tesoros, indiscutiblemente, pero para una vida que tenemos, las cosas materiales no pueden sonrojarte, ni secarte las lágrimas, ni ofrecer un hombro, etc.
La única cosa que pido, es respeto para mantenerme como amiga, porque sino, soy el peor bicho inmundo existente.
Asi que, esta Olga Medina que escribe con el pseudónimo de Zinian, os da las gracias ahora y siempre.